Dame luna de tu plateado manto
escucha cuando canto mi lamento
no me dejes desvestida y a la espera
de aquel dulcísimo tormento.
Cuando bajes del cielo y tomes mis manos
sabrás que la sombra no me ampara
pues aquel amor que siempre ha sido
trajo consigo un dolor lento.
Llega despacio y como el viento
desgaja la piel que me ha vestido
me ultraja de golpe el aliento
y me calla los labios con olvido.
Aprieta fuerte con sus brazos
consume todo y me depara
todo lo que ya es sabido
mientras me esconde la cara.
Besarlo así es un delito
cuando sé que me a tocado
pues sangre a mares le he llorado
mientras me eleva al infinito.
Luna mía, ¿cómo escapo?
¿qué haré sin su esbelto cuerpo?
No sea capaz de morirme
y no servirle de sustento.
Bello!!!
ResponderEliminartReMendo...!
ResponderEliminarMe encanta lo que escribe pero me pregunto que le paso a todo lo demás que había escrito? :O
ResponderEliminar¡Gracias!
ResponderEliminarTodo lo demás se fue.
Verás, entré en crisis, hice que todo se fuera.
Renaceré pronto, muy pronto. Lo prometo.
¡Mil besos!